- La movilidad autónoma ha sido una aspiración humana a lo largo de los siglos, y la llegada de los vehículos autónomos nos acerca a hacer realidad ese anhelo.
- Los avances en las tecnologías de movilidad autónoma podrían transformar nuestra manera de desplazarnos, aunque aún no está claro cómo modificará nuestro estilo de vida y trabajo.
A continuación, presentamos seis puntos esenciales a considerar al diseñar de manera responsable un futuro autónomo para nuestras vías y cielos.
La movilidad autónoma, abarcando vehículos automatizados y autónomos, ha sido un sueñohumano a lo largo de la historia, desde las visionarias creaciones de Leonardo da Vinci hasta las representaciones de ciencia ficción y los avances tecnológicos del siglo XX.
Finalmente, parece que estamos al borde de convertir este sueño en realidad. Por ejemplo, tras extensas pruebas, ya es posible reservar taxis sin conductor en ciudades como Pekín y San Francisco.
Mientras tanto, en el ámbito de la movilidad aérea, diversos fabricantes de aeronaves colaboran con la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) y otras entidades a nivel mundial para certificar aviones autónomos.
Aún no está claro el impacto que podría tener la movilidad autónoma.
Una certeza es que las tecnologías de movilidad autónoma pueden potencialmente transformar la forma en que las personas y las cosas se desplazan. Sin embargo, aún no se ha dilucidado completamente su influencia futura en nuestra forma de vivir, trabajar e interactuar con el entorno que nos rodea.
El Foro Económico Mundial ha congregado a líderes gubernamentales, académicos y del sector privado en el Consejo Global del Futuro sobre la Movilidad Autónoma para comprender mejor estos aspectos.
El Consejo ha identificado los siguientes seis temas interrelacionados que deben orientar la configuración de un futuro de movilidad automatizada y autónoma responsable, tanto en tierra como en el aire.
1.Mejora de la calidad de vida
Para optimizar nuestra calidad de vida con la implementación de la movilidad autónoma, es necesario desarrollar soluciones que aborden de manera proactiva los desafíos actuales, evitando introducir nuevos obstáculos o limitaciones para las partes involucradas. Esto implica priorizar desarrollos centrados en las necesidades humanas sobre la tecnología, como dar preferencia a los peatones en nuestras ciudades y reducir las molestias acústicas asociadas con la movilidad aérea.
2.Movilidad multimodal
La movilidad autónoma no debe ser considerada de manera aislada; debe integrarse con las redes existentes de opciones de transporte de alta calidad, como los medios de transporte público tradicionales, marítimos, ferroviarios, en bicicleta y a pie. La mejora de la habitabilidad urbana requiere fomentar la colaboración integrada entre los diversos modos de transporte, reduciendo simultáneamente la congestión y el consumo de energía.
3.Equidad social y acceso
La movilidad autónoma debe ofrecer oportunidades a comunidades marginadas y no beneficiar exclusivamente a unos pocos privilegiados. Por ejemplo, los drones pueden servir como herramienta para mejorar la atención médica en áreas rurales, como se demostró en el proyecto «Medicina desde el cielo» en la India. Establecer declaraciones o metas generales de equidad a nivel local o nacional puede resultar insuficiente para garantizar la equidad, como se evidenció en despliegues anteriores de bicicletas y scooters eléctricos compartidos.
4.Impacto en la mano de obra
Las tecnologías de movilidad autónoma tienen el potencial de generar empleos más satisfactorios y creativos. También pueden ayudar a mitigar la escasez de pilotos y conductores de camiones en diversas partes del mundo. Contrariamente a la creencia popular, la evolución de la movilidad autónoma no necesariamente conllevará una reducción de la mano de obra, ya que la tecnología demandará la creación de nuevas funciones, como el mantenimiento de la autonomía. Sin embargo, las cualificaciones requeridas para estas funciones diferirá de las actuales, por lo que es crucial implementar un plan de desarrollo de la mano de obra que aborde proactivamente las necesidades de reciclaje y mejora de las habilidades laborales en el sector.
5.Seguridad, protección y privacidad
La movilidad autónoma debe asegurar la seguridad, la protección y la privacidad tanto dentro como fuera de los sistemas de transporte autónomos. La seguridad se refiere a evitar daños accidentales, reemplazando los errores humanos operativos con errores de codificación en la inteligencia artificial (IA). Una orientación clara y práctica, respaldada por normas y reglamentos, puede facilitar el despliegue seguro de la movilidad autónoma. La protección se relaciona con prevenir daños intencionales, especialmente en el contexto de ciberataques, requiriendo la adopción de medidas integrales de ciberseguridad. La privacidad aborda la gestión de la información personal, aspecto que puede percibirse negativamente debido a la presencia de múltiples sensores y cámaras en la movilidad autónoma3.Equidad social y acceso
6.Emisiones y consumo de energía
Finalmente, el desarrollo de la autonomía debe ir de la mano de objetivos más amplios de sostenibilidad y eficiencia energética. Aunque la movilidad autónoma facilita el movimiento de personas y mercancías, generando crecimiento y fomentando conexiones humanas, existe el riesgo de un aumento injustificado de emisiones y consumo de energía. Integrar opciones de movilidad autónoma compartidas y bien planificadas, impulsadas por combustibles limpios y electricidad verde, puede ayudar a mitigar estos riesgos. Un estudio de 2018 del Foro Económico Mundial concluyó que los vehículos autónomos compartidos podrían reducir el número de vehículos y los tiempos de desplazamiento en la ciudad de Boston. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que, aunque compartidos, estos vehículos autónomos podrían empeorar la congestión en el centro de la ciudad, prefiriéndose a menudo en lugar de opciones más sostenibles.
No obstante, la mayor comodidad puede resultar en un incremento de las emisiones y el consumo de energía por encima de niveles aceptables. Alternativas de movilidad autónoma bien fusionadas y compartidas, propulsadas por combustibles ecológicos y energía sustentable, pueden contribuir a atenuar estos riesgos.
Un informe del Foro Económico Mundial en 2018 determinó que, en Boston, los vehículos autónomos de uso compartido contribuirían a disminuir la cantidad de automóviles en las vías y los tiempos totales de traslado en toda la urbe.
No obstante, estos vehículos autónomos (incluso cuando se comparten) podrían agravar la congestión en el centro urbano, ya que a menudo son preferidos en lugar de opciones más respetuosas con el medio ambiente.
Este es el momento propicio para concebir el porvenir de nuestras carreteras y firmamento. Las seis áreas mencionadas son los cimientos esenciales para diseñar un futuro de movilidad autónoma responsable, seguro y eficaz.
Las compañías y entidades gubernamentales que incorporen estos principios en sus políticas y operaciones ganarán la confianza del público, elemento clave para el éxito de la implementación de la movilidad autónoma en todas las esferas.